jueves, 18 de noviembre de 2010

Soñar Cuesta Tanto

Soñar Cuesta Tanto

Soñé que nos besábamos.
Soñé que rechazaba el beso.
Soñé que por al menos un instante, era feliz.
Soñé que podía revivir ese instante cada que quisiera.
Soñé que podía morir con plena satisfacción de mi vida.
Soñé que no quería que fuera un sueño.
Soñé que no quería despertar.
Soñé que te tenía.

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