viernes, 28 de marzo de 2008

El Hado Del Cantante

El Hado Del Cantante

Anoche soñé que se caía una estrella.
Caía y caía sin nadie que la sostuviera.
La estrella pidió y rogó no caer en la tierra.
No quería que nosotros la hiriéramos.
Pero la estrella cayó y nadie la agarró.

En el agua ya no era una estrella.
Iluminó con destellos el océano hasta que se cansó.
Pero las otras estrellas no dieron su atención.
Observando desde arriba, la luna la miró.
Se apiadó de ella y un deseo le concedió.

Una lágrima de albor desde la luna descendió.
En mi sueño fue tan brillante como una estrella más.
Pero la gota en el mar se disolvió.
Y a la estrella nunca llegó.
Entonces el deseo entre mareas se alejó.

Pero la noche acabó y la luna desapareció.
La estrella lloró pidiendo ayuda al sol.
El llameante astro solo la ignoró.
El tiempo se acababa y la estrella murió.
No sin antes tararear su última canción.

Que tengan suerte ustedes mis amigas.
Miren desde arriba y no caigan en tentación.
Cada quien vive para lo que nació.
Unas para brillar y otros para admirar.
Y yo… yo solo para cantar.

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